A fondo: ¿Qué gasta más: 3G o Wifi?


Hora de salir de dudas... por el bien de nuestros teléfonos.
Lamentablemente, no hay una respuesta directa, pero sí consejos muy recomendables para evitar el derroche energético.

Todos somos conscientes de que la autonomía del teléfono es el talón de Aquiles de cualquier smartphone. Y es que un diseño esbelto y delgado no deja mucho espacio a los creativos para poner grandes baterías (por no hablar de que, cuanto antes se nos muera la batería, antes renovaremos nuestro terminal). ¿Cómo no va a desgastarse la fuente de energía de un aparato que apenas mide lo que una calculadora pero hace lo que un ordenador, con un procesador de más o menos 1Ghz que le pasa factura a la batería?

Por si fuera poco, estas fantásticas máquinas en miniatura siempre están pendientes de una conexión, ya sea para hacer llamadas o, en especial, para Internet. Evidentemente, apagarla nos ganaría años de vida, porque mantener el contacto con el exterior 24h es lo que, después de la pantalla para los táctiles y la CPU, pide más de comer.

Ah, amigos. Pero si cedemos al 2G nos quedaremos sin llamadas cuando transfiramos datos... ¿Qué hacer? ¿Wifi o 3G?
Más allá de que la conexión 3G nos consuma MB de nuestro plan de tarifa, o de que la WiFi la tengamos disponible sólo en un radio de unas decenas de metros alrededor de nuestra casa/oficina, cabe profundizar en los porqués de este comportamiento (ignorando métodos científicos de ensayo y error...).



El WiFi gasta más en general. La tecnología WiFi fue diseñada para ordenadores, que o están conectados o tienen baterías mucho más potentes que las de un móvil (6.000 miliamperes/hora > 500 miliamperes/hora -aprox). Es decir, que el ahorro de energía no es lo primordial. Con este protocolo, la antena, sólo en buscar nodos cercanos, gasta dos veces más que con el 3G, además de mantener la conectividad con los que encuentra. Lo mismo ocurre con el consumo de datos. Una conexión 3G a toda velocidad utiliza 150 mA, mientras que una conexión WiFi consume 275 mA. Traducido en horas de uso (intensivo), un teléfono medio se iría a dormir después de 4h de uso 3G intensivo o 2 de WiFi.

Sin embargo, el 3G es menos recomendable para realizar una descarga o navegar, aunque consuma menos en uso intensivo. Esto ocurre porque la conexión WiFi es mucho más rápida, así que, gastando más energía por tiempo, también descarga más datos por tiempo. Es decir, que terminará antes la descarga y pasará antes a reposo: gastará menos.

EN RESUMEN... CONSEJOS

¿Vas a descargar algo o navegar? Wifi.
¿Modo en espera en tu casa? 3G.

¿Te ha resultado útil? ¿Dudas? ¡Déjame un comentario! 

¿Más? Ver un post al azar

No hay comentarios:

Publicar un comentario