Todavía recuerdo cuando la batería de mi móvil duraba semanas, pero eso es cosa del pasado. Hoy la mayoría de los teléfonos no aguantan sin irse a dormir más de un día. No es de extrañar; eso que tienes en el bolsillo es más potente que el ordenador del Apolo XIII que llevó al hombre a la luna. Hace menos de un siglo, un ordenador necesitaba todo un edificio para funcionar y sólo podía lidiar con algunas operaciones matemáticas, pero ahora tienes uno contigo.